Edgar Morin, uno de los intelectuales más relevantes del continente europeo hace un llamamiento a la resistencia contra la barbarie y la recesión a causa de la megacrisis planetaria del Covid-19.
A falta de poder darle un sentido a esta pandemia, aprendamos de ella para el futuro.
Un virus minúsculo en una lejanísima ciudad de China ha puesto el mundo patas arriba.
Es evidente que la historia ha conocido muchas pandemias, pero la novedad radical del Covid-19 es que ha provocado una policrisis mundial de componentes, interacciones e incertidumbres múltiples e interrelacionadas.
La posepidemia será una aventura incierta en la cual se desarrollarán las fuerzas de lo peor y de lo mejor, aunque estas últimas todavía son débiles y están dispersas. Pero lo peor no es seguro, y lo improbable puede acaecer.
Un análisis brillante del pensador de la complejidad.
«Esta crisis abierta por la pandemia me ha sorprendido enormemente, pero no ha sorprendido mi forma de pensar, más bien la ha confirmado. Porque al fin y al cabo soy hijo de todas las crisis que mis noventa y nueve años han vivido. El lector comprenderá entonces que encuentre normal esperar lo inesperado y prever que lo imprevisible pueda acontecer. Comprenderá que tema las regresiones, que me preocupen las oleadas de barbarie y que detecte la posibilidad de cataclismos históricos. Comprenderá también por qué no he perdido toda esperanza. Comprenderá por lo tanto que quiera despertar las conciencias dedicando mis últimas energías a este libro.»
Edgar Morin, de la Introducción