A partir de este diagnóstico, la autora nos plantea formas de relacionarnos comunitariamente más u00absanasu00bb, menos nerviosas y ansiosas, que nos conduzcan hacia una política de mayor amparo. u00bfCómo logramos acercarnos siendo tan distintos y distantes? u00bfCómo anclarnos sensatamente en un u00abnosotrosu00bb? u00bfcómo desarrollar la individualidad resguardando la pluralidad? u00bfcómo pensar una comunidad amplia que ampare sin que oprima?nnA partir de estas preguntas, la filósofa propone una terapéutica psicopolítica y filosófica original, que piense en el rol político de los ancestros, del mito, de la música y de la voz, del nihilismo, entre otros, para imaginar un nuevo amparo. Uno que nos cure u2013con algo de magia- del desarraigo del sujeto y su u00ablogos huérfanou00bb, para así anclarnos de nuevo u2013o por primera vezu2013 a una tierra de pasado, presente y futuro común de animales ancestrales.
