Desde que nació, a la pequeña protagonista de este relato le han encontrado parecidos con toda la familia. Le han augurado profesiones y vocaciones en función de su personalidad y carácter. Hasta que un día alza la voz para defender su propia identidad y anunciar que ¡ella es ella y nada más!
Es muy común que cuando un pequeño nace le encuentren semejanzas con todos los miembros de la familia: la nariz del papá, la sonrisa de la mamá, la mirada del abuelo y hasta los mismos gustos de la abuela. Este es el tema central de esta simpática historia que llama la atención sobre la identidad propia que cada pequeño desarrolla y defiende conforme crece.