CARVAJAL VELASCO MARÍA CECILIA
En Testigo Lunar se revela con delicadeza y con gracia la escritura de una pequeña fracción de experiencia humana, demasiado humana, que de ser otra la elección habría permanecido muda ante el designio que parece encauzarnos desde el momento mismo de nacer. Con voz mesurada nos acerca y orienta en la lectura de pasajes de una vida cuyo movimiento es perceptible en el desvío, en el desbordamiento y, particularmente, en la forma de abismarse ante las fronteras de lo que pudo o no pudo ser. En su lectura asistimos a una forma cuidadosa y amorosa de morar una palabra en la que va cobrando volumen el impulso vital del día a día, transmitido en una red de afectos tejida con otros vivientes y tensada por lo inhumano y divino que a todos concierne. Un impulso vital que ha sido soportado por un cuerpo de mujer que no oculta las marcas del tiempo, del suyo y del nuestro.
Isabel Salazar Piedrahíta