Antes de morir, el Viejo Mayor, un respetado cerdo de la Granja Manor, explica al resto de los animales sus ideas. Alentados por ellas, emprenden una revolución que logrará expulsar a los humanos y crear sus propias reglas: los Siente Mandamientos de la que en adelante pasará a llamarse Granja Animal. Al principio, la granja, donde los cerdos toman el mando, parece convertirse en un lugar más próspero y feliz. Pero pronto Napoleón, su máximo líder, empieza a mostrar un comportamiento extraño y entra en conflicto irresoluble con Bola de Nieve, otro de los cerdos dirigentes.
Aunque Orwell concibió su alegoría satírica en clave como una despiadada crítica del comunismo soviético (mientra Mayor es una mezcla de Marx y Lenin, Napoleón y Bola de Nieve son, respectivamente, claros trasuntos de Stalin y Trotski), el carácter universal de su mensaje eleva al libro por encima de esa concreción histórica para convertirse en una categórica denuncia de los regímenes totalitario, construida sobre un clarividente examen de la corrupción que engendra el poder, un sutil análisis de las miserias de la condición humana y de las manipulaciones que sufre la verdad histórica al servicio de la política.