"La Iglesia como toda la sociedad hispanoamericana se vio obligada a dar respuesta a los cambios ocurridos a partir de la invasión napoleónica de la península ibérica. Este libro explora el comportamiento de la institución religiosa durante le proceso independentista en la Nueva Granada, atendiendo las circunstancias particulares que debió sortear, las posiciones contradictorias que a través del tiempo se vio precisada a asumir y le gran hecho por excelencia que tuvo afrontar, como fue el de continuar con las actividades propias de su ministerio y mantener su unidad y solidez y todo ello, sin el rey. Quien también para ella había sido pilar de su fortaleza"--Cubierta posterior.